Resumen
El estudio explora cómo los estudiantes de Nivel Medio Superior utilizan su tiempo libre y cómo este se relaciona con factores de riesgo y protección que inciden en su bienestar integral. Mediante un enfoque mixto, se aplicó una encuesta a 162 estudiantes y se organizaron grupos focales para profundizar en sus percepciones, prácticas y propuestas. Los resultados muestran que el tiempo libre suele entenderse como momentos ocasionales no planificados, principalmente cuando no hay clases, lo que refleja una falta de estructuración institucional. Las actividades predominantes incluyen socializar, descansar, escuchar música y usar redes sociales, lo cual indica tanto una necesidad de desconexión como la ausencia de propuestas formativas. Los estudiantes mencionaron limitaciones en la infraestructura escolar, baja visibilidad del área psicopedagógica y escasa promoción de actividades saludables. Estas condiciones, junto con el aburrimiento y la presión social, pueden derivar en prácticas de riesgo como el consumo de sustancias. No obstante, también emergen factores protectores, como el interés de participar en talleres recreativos y el uso positivo de redes sociales para informarse y vincularse. Entre las propuestas estudiantiles destacan la necesidad de contar con espacios adecuados, actividades culturales y mayor implicación del personal docente. El estudio concluye que el tiempo libre debe reconocerse como un componente estratégico en el entorno educativo, ya que su aprovechamiento significativo contribuye al desarrollo personal, la salud emocional y la prevención de conductas de riesgo, reafirmando así el papel de la escuela como promotora del bienestar adolescente.

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