Abstract
Las enfermedades metabólicas, como la diabetes mellitus y el síndrome metabólico, son trastornos crónicos que han aumentado alarmantemente en la infancia debido al sedentarismo, mala alimentación y predisposición genética, resultando en una crisis global de obesidad infantil. En 2022, se reportaron 37 millones de niños menores de 5 años y 390 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años con sobrepeso. La detección temprana es crucial para prevenir complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 en la adultez. Los métodos tradicionales de detección son invasivos, limitando su uso en niños. Como alternativa, los marcadores salivales, siendo fáciles de obtener y no invasivos, proporcionan información valiosa sobre la salud metabólica. Estudios recientes han demostrado que componentes de la saliva, como glucosa, amilasa, resistina y leptina, entre otros, pueden indicar alteraciones metabólicas y riesgos antes de que aparezcan síntomas clínicos, facilitando el diagnóstico temprano y manejo de estas condiciones.

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