Resumen
El curtido es un proceso que conserva, da color, y resistencia a la piel extraída de un animal faenado, convirtiéndola en cuero. Este proceso de curtido se basa en su capacidad de formar hidrógeno y proteínas dérmicas, mejorando resistencia y coloración. El objetivo de este trabajo fue comparar el uso de tres curtientes naturales aplicados a las pieles teñidas con colorante natural (Grana Cochinilla), para evaluar la calidad de estas. Se realizó un estudio sobre el curtido y teñido de pieles de conejo para la producción de artesanías, empleando tres curtientes naturales: alumbre, corteza de fresno (Fraxinus uhdei), y semilla de tabachín (Delonix regia), y utilizando grana cochinilla como colorante para el teñido. La metodología incluyó la selección, lavado, cortado, reverdecimiento y descarnado de las pieles de conejo. Posteriormente, las pieles fueron lavadas, secadas, estiradas y esmeriladas para el teñido con grana cochinilla. Los resultados reflejaron que las pieles curtidas con alumbre resultaron más claras, mientras que las curtidas con corteza de fresno y semilla de tabachín mostraron tonalidades más oscuras. Se concluyó que el tipo de curtiente afecta significativamente la textura, el color de las pieles teñidas y el pH de las pieles curtidas. Las pieles curtidas con corteza de fresno mostraron ser las mejores en términos de suavidad y un pH de 5.15, el cual es ideal para mantener la integridad proteica del colágeno. Las pieles curtidas con semilla de tabachín le siguen en calidad, y finalmente, las curtidas con alumbre, que presentaron mayor rigidez y un pH más ácido (3.46), lo que podría afectar su durabilidad. Se destaca la importancia de un buen manejo de las pieles desde el inicio del proceso para obtener resultados óptimos.

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