Resumen
Durante el primer semestre de 2025, el estado de Guanajuato experimentó una disminución relativa en la intensidad de la sequía en comparación con el mismo periodo de 2024. No obstante, la mayoría de los municipios continúa enfrentando algún grado de afectación por este fenómeno. Mediante un análisis clúster basado en datos quincenales de sequía, se identificaron dos grupos principales: uno conformado por los municipios de Acámbaro, Moroleón y Tarandacuao, que presentaron condiciones más favorables, y otro integrado por los 43 municipios restantes, los cuales registraron niveles de sequía anormal. A pesar de la ligera mejora en 2025, los modelos de pronóstico indican que para 2026 podría haber un incremento en los niveles de sequía en aproximadamente una tercera parte del estado. Esta situación agravaría el estrés hídrico, especialmente en municipios con alta densidad poblacional y actividad económica significativa. Un caso destacado es el municipio de León, que proyecta la construcción de un acueducto desde la presa Solís, con una inversión estatal de 15 mil millones de pesos, para abastecer de agua a varias ciudades clave del estado. Sin embargo, persisten dudas sobre la sostenibilidad de la cuenca hidrológica de la presa Solís ante la creciente demanda. Aunque en 2025 la presa ha mantenido niveles de almacenamiento entre el 80% y 90% de su capacidad, no se prevé una disminución significativa en los niveles de sequía para el próximo año. En conclusión, el fenómeno de la sequía en Guanajuato se mantiene como un problema estructural, cuya persistencia exige la implementación de políticas públicas integrales que garanticen el acceso equitativo al agua, especialmente en un contexto de cambio climático y creciente presión sobre los recursos hídricos.

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