Resumen
Durante miles de años, la naturaleza se ha encargado de proveer agentes medicinales por lo que, una gran
variedad de plantas de uso medicinal se ha empleado para tratar diversas enfermedades. Dentro de esta
gran variedad de plantas encontramos a Mimosa pudica. Sus principales usos en la medicina tradicional
varían dependiendo de la zona, desde estados como Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Guerrero e incluso sus
usos se han extendido en países africanos como Camerún. Las partes más utilizadas de la planta han sido
las hojas, tallos y raíces, estas se han utilizado de distintas maneras para tratamiento de epilepsia, fatiga,
ansiedad, nerviosismo, tratamiento de llanto en niños y como un antiinflamatorio. Asimismo, se han utilizado
para aliviar fiebre, síntomas de resfriado y para tratar heridas y cortaduras. Debido al potencial uso de la
Mimosa pudica dentro de la medicina tradicional resulta de gran importancia el comprender e identificar los
metabolitos a los cuales se les pueda asociar las diversas propiedades que dicha planta posee. Múltiples
estudios referentes han demostrado la presencia de varios metabolitos como, alcaloides, taninos, esteroides
y flavonoides, entre los cuales destacan la mimosina, el ácido jasmónico, el ácido abscísico, así como algunas
C-glucosilflavonas que han sido identificadas como compuestos nuevos. A estos metabolitos atribuimos las
propiedades biológicas que se le adjudican al vegetal, como lo es su efecto antimitótico, antiinflamatorio,
analgésico y antidepresivo.

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