Resumen
Introducción. El suicidio es un fenómeno que tiene un importante impacto social, el tratamiento de la conducta suicida es uno de los retos a los que se enfrentan los profesionales de la salud. Según La OMSen 2019, el 77% de los suicidios ocurrieron en países de ingresos bajos y medios, y en 2021, que cada año se quitan la vida alrededor de 700 mil personas, lo que equivaldría a una persona cada 40 segundos. En México para el 2019 se registraron 6772 casos, de los cuales 5327 correspondían al sexo masculino. Se prevé que, en las próximas décadas, contribuya más a la carga mundial de morbilidad. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un enfoque centrado en el problema y tiene como objetivo reducir el malestar emocional, aumentando el comportamiento adaptativo. Los terapeutas cognitivo-conductuales llevan a cabo las intervenciones de forma estratégica, un trabajo colaborativo, orientados a la consecución de objetivos y evaluando su eficacia a través de los datos que se recopilan del paciente. Objetivo. Realizar una revisión sistemática sobre el comportamiento suicida y la terapia cognitivo-conductual. Metodología. Se realizo una búsqueda bibliográfica en la plataforma Pubmed, introduciendo las palabras “Cognitive-Behavioral, Suicidal” de los cuales nos arrojaron 954 resultados, se filtraron las publicaciones anteriores al 2010. De dichos resultados se excluyeron 910 artículos, debido a que 129 no mencionaban una intervención, 76 eran revisiones, 15 revisiones y metaanálisis, 6 metaanálisis, 591 no eran de suicidio sino de otras patologías / trastornos y 93 no empleaban la terapia cognitivo-conductual. Por este motivo solo se emplearon 44 artículos que acreditaban y fueron considerados para la revisión. Resultados. Se desarrollaron siete temas derivados del análisis bibliográfico nemotécnico: 1) Terapia cognitivo conductual para la ideación suicida y la regulación emocional, 2) Terapia cognitivo conductual breve (TCCB), 3) Programa SFETY, 4) Variaciones en la TCC, 5) Ideación suicida y comorbilidades psiquiátricas, 6) Dificultades para el tratamiento, 7) La desesperanza. Conclusión. La TCC y sus variantes resulta ser una de las intervenciones más eficaces para el tratamiento de la conducta suicida y de la vulnerabilidad suicida, esto aun controlando comorbilidades psiquiátricas. Sus estrategias claves radican en el trabajo familiar, la regulación emocional, la resolución de problemas y la reducción de la desesperanza.
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