Implementación y aceptabilidad de una bebida nutritiva en una población infantil migrante con desnutrición

Resumen

El objetivo de este proyecto fue llevar a la comunidad infantil migrante indígena proveniente de Guerrero y que se reciben en los campamentos Na’Valí, una bebida nutritiva elaborada con anterioridad por estudiantes de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Guanajuato del Campus León y evaluar su aceptación organoléptica. Es un atole enriquecido que aporta más del doble de proteínas, vitaminas del complejo B, zinc, magnesio, hierro, potasio, ácidos grasos omega 3 y omega 6 en comparación con un atole convencional. A mediano plazo, la intención es recomendarlo a otras comunidades con riesgo nutricio. Con una porción de esta bebida se logró cubrir el 70% de los requerimientos energéticos promedio y el 100% de las proteínas que un infante requiere al día y se ofreció de lunes a viernes al inicio de la jornada de los campamentos. Gracias a la logística del transporte que permitió que los niños y niñas pudieran acceder al atole fácilmente. Se realizaron cuestionarios utilizando la escala Likert, la cual consistía en 5 opciones de aceptabilidad: 1) lo odié, 2) no me gustó, 3) indiferente, 4) me gustó y 5) me encantó. En las pruebas participaron 16 niñas y 23 niños de los campos agrícolas de las comunidades de Barretos y Bolaños, en donde se llevaron a cabo los campamentos, dando un total de 39 participantes con un rango de edad de entre 3 a 10 años. De un total de 39 infantes que participaron en la investigación, 30 de ellos respondieron “me gusta” y “me encanta” de la escala Likert, es decir, 7 de cada 10 niños y niñas aprueban el atole enriquecido. Los resultados del porcentaje de aceptación de la escala Likert mostraron que le encantó al 48.7%, le gustó al 28.2%, le fue indiferente al 10.3%, no le gustó al 5.1% y lo odió el 7.7% de niños y niñas. Se obtuvieron diferentes comentarios relacionados con el sabor del atole y la textura, que se pueden explicar debido a las diferentes preferencias alimentarias que existen entre los niños y el contexto social en el que viven. El índice de aceptabilidad fue alto por lo que podemos concluir que es una bebida con potencial para ser implementada en esta población puesto que es reproducible y con ingredientes asequibles. Se recomienda seguir haciendo investigaciones y realizar una capacitación con las madres y/o padres de los niños y niñas para que puedan recrear esta receta y consumir el atole en los diferentes lugares donde se encuentren. Es necesario dar seguimiento al proyecto para obtener más datos.