Resumen
El corregir es una profesión compleja, con muchas responsabilidades y oportunidades para el error. Es una labor invisible, no tan reconocido por los lectores. ¿Injusto?, quizás, pero no es tema de discusión. Más bien, desde el primer momento, el aspirante a corrector debe asumir su rol, y respetar el pequeño límite que hay entre él y un autor. Además de comprender y aceptar que su rol si es relevante, por más que nadie lo felicite. Mientras que los textos publicados por las editoriales no atraigan quejas; la vida laboral del corrector será tranquila y con futuros proyectos a la puerta, lo que podríamos entender como la recompensa de su trabajo.
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