Resumen
La pandemia del COVID-19, iniciada en la mayoría de los países latinoamericanos a fines de febrero del 2020, tuvo impactos significativos en ciertas variables socioeconómicas a escala global; la inversión, el nivel de ingresos, y la tasa de ocupación son algunos ejemplos. Para el caso mexicano, si bien las autoridades tomaron algunas medidas para contener los estragos en el mercado laboral, la crisis tuvo consecuencias y efectos sin precedentes. Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la tasa de desempleo subió a 5.5% en junio del 2020 y que el impacto sobre el empleo ya venía siendo debilitado por brechas en la calidad y en el acceso. Con el objetivo de analizar los cambios en el empleo durante el inicio de la pandemia en México, se utilizó un modelo no lineal de probabilidad logit para encontrar los determinantes de la probabilidad de conservar el empleo o quedarse desempleado, usando datos de corte transversal de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del año 2020. Los resultados indican que hay determinadas características (edad, empleo dentro del sector informal, ocupación en una micro, pequeña o mediana empresa, ser parte del área rural, entre otros) que influyeron en una mayor probabilidad quedar desempleado, además de encontrar ciertas variables como el estado civil y la pertenencia a un determinado sector económico (construcción, manufactura, comercio y servicios) que influyeron positivamente en la probabilidad de conservar el empleo.
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