Resumen
Los ojos necesitan lágrimas para mantenerse saludables, sin molestias y para tener una buena visión; cuando la lagrima se altera en algún sentido la funcionalidad del ojo disminuye notablemente, una de las alteraciones más comunes es la conocida como ojo seco, que ocurre cuando las lágrimas no tienen la combinación adecuada de elementos o cuando la película lagrimal presenta alteraciones. [1]
La película lagrimal está compuesta por tres capas: i) Una capa grasosa o lípidos. ii) Una capa acuosa iii) Una capa de mucosa. Uno de los principales procesos que modifica el grosor y la estabilidad de la película lagrimal es el proceso de evaporación. La evaporación de la película lagrimal está directamente relacionada con la capa lipídica (estabilidad y composición) y probablemente con las alteraciones del epitelio corneal. También influyen en esta evaporación numerosos factores individuales, como la posición de los ojos o la superficie interpalpebral, o incluso factores ambientales como la humedad, las condiciones de iluminación y la temperatura. [2]
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