Resumen
Los años universitarios son una fase decisiva del desarrollo, sin embargo, también representa un período de inicio pico para la aparición de trastornos mentales. Los niveles de estrés percibido y los niveles de ansiedad en estudiantes universitarios se han vuelto cada vez más frecuente. Se estima que del 12 al 46% de todos los estudiantes universitarios se ven afectados por trastornos de salud mental en un año determinado esto se asocia con resultados negativos de larga duración tanto para el individuo como para la sociedad, incluido un rendimiento académico reducido. El estrés está asociado con alteraciones del estado de ánimo, tales como la depresión y la ansiedad y el cortisol en cabello es un marcador de la producción acumulada de este marcador La privación del sueño, se asocia con fatiga, somnolencia diurna y rendimiento neurocognitivo. Por todo lo anterior, el objetivo del presente estudio fue evaluar los niveles de cortisol en cabello, en saliva, el estrés percibido, los niveles de ansiedad y la calidad de sueño en estudiantes universitarios. Se entrevistaron un total de 36 estudiantes universitarios de entre 18 y 35 años, inscritos en algún programa educativo de nivel superior. A todos se les aplicaron cuestionario de datos generales, de estrés percibido de Cohen, escala de ansiedad de Beck, la escala para determinar el índice de calidad de sueño de Pittsburgh. Se tomaron muestras de saliva al despertar y un mechón de cabello, para determinación de los niveles de cortisol en saliva y en miligramos de cabello, mediante el método de ELISA. Los participantes presentan puntajes que ya implican la necesidad de un tratamiento médico urgente (58%) y el 20.6% presenta problemas graves de sueño. Existe una asociación directa entre la calidad subjetiva de sueño y el promedio inmediato anterior (R=0.44,p<0.05); de la misma manera, a mayores minutos de ejercicio, mayores son las alteraciones de sueño (R=0.55,p<0.05). Además, los niveles de cortisol en cabello se asociaron directamente con los niveles de ansiedad reportada (R=0.47,p<0.05). Al ajustar por sexo, encontramos que en los varones el promedio académico inmediato anterior se asocia positivamente con una mala duración del dormir (R=0.56,p<0.05) y con una mala calidad de sueño en general (R=0.58,p<0.05), los niveles de cortisol en cabello se asocian significativamente con altos niveles de ansiedad (R=0.55,p<0.05) y el cortisol al despertar se asocia de manera inversa con una mayor disfunción diurna (R=-0.61,p<0.05). En lo que se refiere a las mujeres, la calidad de sueño subjetiva se asocia directamente con el promedio académico inmediato anterior (R=0.52,p<0.05) y con el cortisol en cabello (R=0.51,p<0.05), mientras que la latencia al sueño prolongada se asocia con el cortisol en cabello (R=0.63,p<0.05) y el cortisol al despertar (R=0.62,p<0.05). Las alteraciones de sueño y la disfunción diurna se asocian significativamente con los niveles de cortisol al despertar (R=0.50 y R=0.70 respectivamente, p<0.05). El estrés percibido se asocia directamente con una mayor alteración del sueño en las mujeres universitarias (R=0.55,p<0.05). Conclusión Los participantes presentan puntajes que ya implican la necesidad de un tratamiento médico urgente, y problemas graves de sueño. La calidad de sueño se asocia significativamente con el rendimiento académico y está relacionada con el cortisol al despertar y el cortisol en cabello, en especial en mujeres universitarias. Los hombres y las mujeres presentan asociaciones distintas entre el estrés percibido y los niveles de ansiedad, lo cuales se asocian con estrés crónico en los hombres y con alteraciones en el sueño en las mujeres. El efecto de la mala calidad de sueño sobre los niveles de cortisol al despertar es diferente entre hombres y mujeres estudiantes.
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